espacio creativo es espacio entre las nubes

espacio entre las nubes es espacio contra el cielo

espacio contra el cielo es espacio creativo

sábado, 6 de marzo de 2010

Niña lunática
















Niña lunática llegó a espacio creativo para darse a conocer, ella que se dibuja, una y mil veces, para entenderse, explicarse, cuidarse, para encontrar la manera de no estar perdida dentro de sí. Niña lunática, con su corazón de rojo caramelo, suturado, en un hilo, tan grande que no le cabe dentro. ¿Qué sentido tiene el arte si el arte no es sentido? Niña lunática, dinos ¿qué te cuenta la luna? Niña lunática, ¡eh! ¡niña lunática!...












viernes, 5 de marzo de 2010

Noches de fútbol


Aquellas noches en que mi abuelo se quedaba en el salón a ver el partido de su Atléti, yo me colaba en la cama con mi abuela antes de que mi madre me dijera:


-Hija, deja a la abuela dormir que está muy cansada.


-Sólo voy a jugar con el rosario, -decía yo con mi vocecita de niña buena, mientras me quitaba las zapatillas y me metía en la cama con ella.


Me encantaba enredar con el rosario que tenía enganchado en el cabecero de la cama, pero la verdad era que no veía el momento de pedirle una canción, la primera canción...


Mi abuela atesoraba canciones y aquellas noches de fútbol las acunaba y adornaba con caricias para mí. Las dos muy juntitas, metidas en su gran cama... Era capaz de sentir la música con todo mi cuerpo ¡Qué felicidad!

Me sabía las canciones de memoria y me encantaba escucharlas una y otra vez. Nunca pedía canciones nuevas, quería las de siempre y siempre en el mismo orden. Era todo un ritual.

El sueño venía a buscarme y los ojos se me iban cerrando poco a poco pero era incapaz de dejar que ese mágico momento se escapase sin aprovecharlo al máximo y haciendo un esfuerzo por no caer dormida, le pedía una última canción.


-¡Por fi! ¡Sólo una!

Entonces mi abuela me cantaba una última canción. A veces el sueño se apoderaba antes de ella y me quedaba sin mi final.

Se inventaba las letras, ahora lo sé, pero me siguen gustando más las versiones de mi abuela, aunque haya estrofas que no tengan mucho sentido.


A pesar de que trabajó muy duro en su vida nunca tuvo riquezas y falleció con lo puesto y en su cama, seguro que acompañada de las notas musicales que quedaban encerradas en las paredes de su habitación. A mí me dejó una gran fortuna, un tesoro que siempre llevaré conmigo: todas esas canciones que me dedicó cuando yo era una niña.
Toñi
marzo de 2010